Metropolitano de Tenerife (MTSA) ha puesto en marcha el primer parking para bicicletas del área metropolitana junto a la parada del tranvía La Trinidad. El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, explicó que se trata de “un proyecto piloto desarrollado e implantado por MTSA en consonancia con las políticas de movilidad sostenible del Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna”.
Se estima que el número de usuarios potenciales sea de unas 18.000 personas, en un ámbito residencial de quinientos a dos kilómetros de la parada La Trinidad. A la presentación, además del presidente insular, también asistieron el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo y el director gerente de Metropolitano, Andrés Muñoz de Dios.
Este nuevo aparcamiento, gratuito para los usuarios del tranvía y la guagua, dispondrá de sistema de videovigilancia las 24 horas del día para reforzar la confianza de los ciclistas y potenciar su uso. De esta manera, si bien MTSA no puede asumir responsabilidad por los daños o robos ocasionados en este recinto para bicicletas, pondrá a disposición de las autoridades competentes las imágenes en las que se recojan estos hechos.
Características técnicas
De uso exclusivo para bicicletas, el recinto tiene una superficie de 65 metros cuadrados y con capacidad para 36 unidades. El parking se sitúa sobre una tarima construida con madera de abeto apta para su empleo en exteriores, tratada para el contacto directo con el terreno, y acorde a la normativa vigente en materia de seguridad.
Cuenta con 18 soportes de acero inoxidable en forma de U invertida en los que se pueden amarrar dos bicicletas en cada uno de ellos. El parking está vallado perimetralmente para aislarlo del tráfico rodado y dispone de dos entradas desde el paso peatonal situado en el centro de la Avenida La Trinidad. Asimismo, los usuarios podrán acceder a la parada del tranvía a través de un pasillo también de madera de 40 metros de longitud.
El cliente podrá tener su bicicleta en esta zona un tiempo máximo de siete días, tras el que será retirada y enviada a los Talleres y Cocheras del tranvía. En el caso de que el propietario no la reclame en un periodo de tiempo de quince días, la bicicleta será entregada a una organización no gubernamental o destruida, según el estado en el que se encuentre.